Todos hemos visto en el
cine la mítica “mano poseída”, de hecho ha sido protagonista hasta en la serie
de televisión “House”. Y es que, esta patología tiene mucha miga.
El síndrome de la mano
ajena o “Alien Hand Syndrome” consiste en que una de las manos del paciente
realiza acciones “a su voluntad”, el cual ha sido recientemente operado
mediante una técnica de callosotomía (separación de los dos hemisferios
cerebrales tras cortar el haz de fibras que lo unía, el cuerpo calloso). Los
pacientes niegan las acciones de dicha mano ajena, que a menudo realizan
acciones contrarias a lo que querían hacer o estaban haciendo, por ejemplo, si
el paciente se estaba abrochando la camiseta su majo ajena se la desabrocha a
continuación o al mismo tiempo.
No son muchos los casos
del Alien Hand Syndrome y tampoco se conoce exactamente el mecanismo
explicativo de la misma. No obstante, Alan J. Parkin, profesor de Psicología
Experimental de la Universidad de Sussex considera que hay una posible hipótesis
neurológica: la desconexión del área motora suplementaria (AMS). La AMS entra
en acción, junto con el cuerpo calloso, en el momento en que el individuo se
prepara para ejecutar una acción corporal voluntaria compleja. La AMS no es la
que desencadena la acción, sino actúa como directora: envía la señal de “iniciar
el movimiento” a la corteza motora vecina, que a su vez manda el mensaje de
moverse a los músculos que corresponda. Además, estas vías se encuentran
cruzadas: la AMS del hemisferio derecho controla el movimiento del hemisferio
izquierdo y viceversa.
¿Y cómo puede influir la
desconexión de la AMS en el síndrome de mano ajena? Las investigaciones de
Tanji y Kurata en 1982 demostraron que la intención de movimiento en una sola
parte del cuerpo activa ambas AMS, por tanto una de ellas deberá inhibirse.
Generalmente, la inhibición se produce en la AMS que controla la parte que se
quiere mover, pero al desconectarlas el mensaje no llega, y por ello mismo se
produce movimiento involuntario en la otra parte del cuerpo. Esta teoría
explicaría por qué se produce en la mano ajena movimiento similar al generado
en la parte consciente: cuando la persona se abrocha la camisa, la AMS que se
debería haber inhibido no lo ha hecho y cuando se dirige a iniciar la acción ve
que ya está hecha y sin un cerebro consciente que la respalde, genera la acción
más similar a la que tenía programada, desabrochar la camiseta. No obstante, la
explicación de Parkin no puede explicar por qué, en algunas ocasiones, la mano
ajena inicia movimientos propios o con aparente voluntad.
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