Debido a la fragilidad y las características del encéfalo, es necesario que este se halle envuelto y protegido de posibles golpes. De hecho, debido a si alto nivel de agua, él mismo no puede soportar su propio peso y necesita de una substancia que lo mantenga en suspensión. Este "colchón" acuático es el Liquido Cefaloraquídeo o LCR, el cual contiene el espacio subaracnoideo. Esta capa de líquido que envuelve el encéfalo y la medula lo protegen de los movimientos bruscos y golpes, reduciendo la presión sobre la base del cerebro.
El LCR circula através de un sistema de tubos y cavernas situadas en la capa subaracnoidea y algunas estructuras cerebrales. Dichas cavidades se llaman ventrículos, sindo las dos más grandes los ventrículos laterales los cuales están conectados con un tercero localizado en la línea media del encéfalo. Éste divide las estructuras cerebrales circundantes en dos mitades simétricas. Lo atraviesa un puente de fibras neurales llamado masa intermedia. El tercer ventrículo se haya conectado con el cuarto ventrículo a través del acueducto cerebral.
La formación del LCR

Así pues, el LCR se produce en los plexos coroideos de los ventrículos laterales y fluye hacia el tercer ventrículo. En éste se produce más LCR y se traslada al cuarto ventrículo a través del acueducto cerebral. A partir de éste, el LCR sale de estas cavidades hacia el espacio subaracnoideo, circula por todo el espacio y es reabsorvido por el riego sanguíneo a través de los gránulos aracnoideos. Éstos se proyectan hacia el seno longitudinal superior, el cual descarga el LCR desechado a las venas que irrigan al encéfalo.
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